¿Qué enseñamos cuando estamos frente a grupo?

El rol que tenemos los maestros en el aula como formadores, motivadores y  guías nos permite  tener una posición de poder. Los padres de familia así como los docentes, tenemos una gran responsabilidad por el desarrollo moral de nuestros jóvenes ya que somos un ejemplo  a seguir. Al estar frente a grupo los maestros no solo proveemos conocimientos  sobre nuestras asignaturas, estamos haciendo uso de habilidades del leguaje y formando el carácter de nuestros educandos. Por esa razón considero que lo que enseñamos en el aula tiene una influencia en el carácter y educación moral de nuestros alumnos.    

A mis cortos 15 años de docencia he aprendido que en el  aula de clases los alumnos y los maestros  aprendemos de relaciones humanas, sin importar la religión, color o sexo. Al dar una clase, al  interactuar, al realizar nuestro trabajo y comportarnos de cierta forma nosotros los docentes  estamos enseñando valores como la justicia, honestidad, respeto y  confianza.

La justicia; debemos tratar a todos nuestros alumnos por igual ya que nada les causará más enojo que ver a un maestro con percepciones de favoritismo por determinados alumnos. Debemos ser justos a la hora de evaluar y tratarlos. La honestidad también la enseñamos en clase al halagar el trabajo y calidad del esfuerzo de nuestros alumnos. Otro aspecto relacionado a la honestidad es el aceptar que no sabemos todo y tenemos derecho a equivocarnos. La honestidad requiere de tener la madurez suficiente para aceptar nuestros errores, ya que muchas veces nos sentimos invencibles. 

El respeto, es otro valor que enseñamos en la forma de tratar a nuestros alumnos. La falta de respeto afecta la dignidad y autoestima de los alumnos ya que muchas veces por la misma razón ellos tienen miedo a preguntar o pedir ayuda. Finalmente la confianza, si los alumnos quieren tener éxito deben confiar en su maestro y nosotros como gente adulta, madura y profesionistas debemos demostrarles con nuestro comportamiento y ética que podemos mantener nuestras promesas y palabra, de esta forma somos dignos de su confianza.

Para resumir puedo decir que los docentes tenemos  el privilegio de influenciar el carácter de nuestros alumnos de una forma positiva, inculcándoles valores éticos fundamentales como la justicia, el respeto, la confianza y la honestidad. Los jóvenes actuarán en la forma en que han sido enseñados a actuar y de igual manera tratarán a otras personas como ellos fueron  tratados.

“La gente es respetada solo de la forma en que ella respeta”,  Ralph Waldo

Guadalupe Ramírez Nava